domingo, 4 de noviembre de 2018

VIAJE A OLITE – OJUÉ - ESLAVA Y LERGA



A las 8 y cuarto, nos ponemos en ruta, recogemos a nuestra guía habitual en tierras navarras Reyes, y nos dirigimos a visitar en primer lugar el castillo de Olite, pero como la guía local no nos podía acompañar en ese momento, cambiamos de ruta y nos vamos a ver el Yacimiento de Santa Criz de Eslava


El yacimiento de Santa Criz de Eslava es, a día de hoy, la más monumental de las ciudades romanas conservadas en Navarra y, probablemente, una de las más impactantes del Norte peninsular. Está ubicado frente a la localidad de Eslava en la Zona Media oriental de Navarra. Conserva los restos del que fuera el foro y la necrópolis de la ciudad, ofrece una extraordinaria aproximación a la esfera pública de las ciudades romanas del ámbito vascón.
Lo excavado, en esta zona, como nos dijo la arqueóloga  Txaro, que nos detalló con gran entusiasmo, a pesar de la lluvia, todo lo relacionado con el yacimiento constituye sólo una tercera parte del total de la plaza que, en su momento de mayor esplendor, mostraría orgullosa su arquitectura a los viajeros que transitaban por la citada vía.
En su interior se recogen los restos de una ciudad romana, y antes vascónica, en concreto de su foro y su necrópolis, que vivió su máximo esplendor entre los siglos I y II d.C. La monumentalidad y abundancia de los restos encontrados hacen pensar que se trataba de una gran ciudad. De estos derrumbes se han recuperado restos de tres esculturas, entre las que destaca el cuerpo de un togado en mármol, de tamaño natural, así como once capiteles de estilo corintio. Se sabe que el mármol con el que fue esculpido el togado no procedía de Hispania, sino probablemente de Italia. Concretamente de Carara. 


Hay, asimismo, una segunda estatua de mármol muy fragmentada y de un tamaño mayor al natural, que corresponde a un emperador divinizado.
En las excavaciones realizadas en el foro han aparecido, asimismo, numerosos elementos arquitectónicos como fustes de columnas, pilas, sillares con diferentes molduras y estucos, decoración pictórica en la que se aprecian fundamentalmente geometrías y florecillas.

FOTOGRAFÍA DE REYES

 Fuimos al Ayuntamiento para ver el capitel corintio, que con gran sabiduría lo expone en una pequeña sala de entrada al mismo.



A continuación, seguimos dirección de 

LERGA., para visitar la Iglesia de San Martín 
De estilo románico tardío, de hacia 1200, y reformada durante los Siglos XVI y XVII, al que
se realizaron modificaciones que afectaron principalmente a la torre y a la portada. Es una edificación de nave única con cuatro tramos y cabecera semicircular (parte del templo más antigua) El retablo mayor del templo pertenece a la segunda mitad del siglo XVII y su forma ochavada se adapta muy bien al medio círculo del ábside.
Simón de Iroz y Villava, fue el maestro architecto del Retablo Mayor.
Consta de banco de hojarasca, tres calles de dos pisos y ático. En el primer piso la calle central actualmente se encuentra ocupada por un sagrario moderno, -el original se encuentra en el interior de la sacristía-. Las calles laterales articuladas por columnas estriadas vibrantes y capiteles de origen compuesto, entre hornacinas, encuadradas por hojarasca, con las tallas de San Bartalomé a la derecha y San Francisco Javier a la Izquierda.



En el segundo piso en la calle central aparece San Martín, Santo titular de la Iglesia, entre pilastras de orden dórico y con rosetas. Las calles laterales articuladas por columnas estriadas, capiteles de orden compuesto, con las tallas del Ángel de la Guarda y San Sebastián.
En la parte superior un ático, finalizado con frontón semicircular rebajado, con un crucifijo  en su interior y a los lados María y San Juan pintados.
La iluminación proviene de tres ventanas de medio punto con capiteles decorados.
La portada, de estilo herreriano, también fue remodelada durante los siglos XVI y XVII.
En su torre tiene 3 campanas, la mayor de ellas con un peso de 16 quintales y medio, la cual se desplomó hasta el suelo a la hora de su colocación.
Capiteles vegetales excepto una sola figura humana. Dos gruesos toros forman la parte superior de las ventanas... El coro sobre arcos apuntados apoyados en columnas adosadas por medio de gruesos capiteles de decoración vegetal, o figuras humanas muy rudimentarias. Después de escuchar con gran atención las explicaciones de nuestra guía, retornamos  a Olite  y esta vez sí ya estaba la guía para orientarnos y darnos toda serie de explicaciones sobre la historia del Castillo



Los orígenes se remontan a una primera fortaleza que se construyó durante los siglos XIII y XIV, sobre los restos de una antigua fortaleza romana.

El gran impulsor del castillo de Olite fue el rey Carlos III El Noble, quien reinó en Navarra a finales del siglo XIV y principios del XV.
De origen francés y con un espíritu culto, con diversas ampliaciones y modificaciones propició que el palacio Real de Olite se convirtiera en uno de los palacios más lujosos de Europa durante la Edad Media.
El Palacio Nuevo, que es el que ahora conoces como castillo de Olite, se construyó en estilo gótico francés, pero tras la desaparición del Reino de Navarra en 1512 tras su unión con Castilla, el palacio perdió protagonismo, y poco a poco se fue deteriorando.
Aunque casi todos lo llaman "castillo", lo correcto es referirse a él como "palacio", ya que se trata de una construcción con carácter cortesano, donde los aspectos residenciales prevalecieron sobre los militares.
El incendio ordenado por el guerrillero Espoz y Mina durante la Guerra de la Independencia Española (1813), ante el temor de que en él se fortificaran las tropas francesas de Napoleón, provocó que solo quedaran en pie restos de la estructura de la fortaleza,
A la hora de llevar a cabo la reconstrucción, no se tenía conocimiento de cómo había sido arquitectónicamente el palacio Real de Olite, el cual llevaba más de 120 años destruido, por lo que los arquitectos se tomaron ciertas libertades al construir el edificio.
Para la terminación de las torres se basaron en los castillos franceses, lo que le confieren el estilo tan peculiar
Todavía ésta no ha concluido ya que esta compleja labor trata de recuperar la estructura original del palacio, distinguiendo entre lo que se corresponde con el edificio original, y lo que se debe a su restauración. Sin embargo, la riquísima decoración interior que revestía sus muros se ha perdido para siempre, al igual que los jardines exteriores que lo rodeaban.
Ha sido una lástima el mal tiempo, pues no cesaba de llover, por lo cual prescindimos de subir a las torres colmenas, para poder ver el paisaje. Como ya era la hora,vamos a comer y después al autobús hacia Ujué

UJUÉ


Perdido en lo alto de una meseta, sin ríos que le refresquen ni árboles que le cobijen, embriagado por una aparente soledad se alza Ujué, un bello pueblo medieval de estrechas calles que recorren pronunciadas cuestas para concluir, en lo alto, ante el Santuario-Fortaleza de Santa María.




IGLESIA-FORTALEZA DE SANTA MARÍA DE UJUÉ
El Santuario, monumento nacional, es una de las manifestaciones más importantes de la arquitectura medieval. Se edificó sobre una iglesia románica del siglo XI, habiéndose encontrado testimonio escrito del siglo X, sobre la existencia previa de un templo prerrománico en el mismo lugar. Fue Sancho Ramírez (1076- 1094), quien ordenó su construcción y dotó a la Villa de Fueros propios. Carlos II el Malo, ordenó el derribo de parte de las naves para construir una amplia nave central gótica. El templo posee una de las portadas góticas más ricamente decoradas de Navarra. Se aprecian relieves alusivos a la vendimia, animales, escenas de la vida de Jesús, una curiosa Ultima Cena con un gallo y en lo alto una estrella con los tres magos sonrientes y un cuarto personaje vestido de clérigo que es el rey Carlos II.
En el interior, un enrejado gótico separa la cabecera románica de la nave central, de estilo gótico. 
En el ábside central, se conserva la imagen de Santa María de Ujué, un bello ejemplo de la imaginería del románico, datada en el año 1190 y que en el siglo XIV, Carlos II ordenó forrar de plata. A su lado reposa el corazón de este monarca navarro por orden expresa que dejó escrita en su último testamento.





 En tu recorrido, déjate llevar por el laberíntico trazado de este pequeño pueblo de tan sólo 300 habitantes; recorre despacio sus calles empedradas, sus tiendas de venta de almendras garrapiñadas y otros dulces típicos del lugar.

Una vez finalizada la visita a este bello pueblo y su Iglesia, nos ponemos ya de regreso a Logroño, habiendo disfrutado de tan bonita excursión a pesar del mal tiempo,