lunes, 1 de mayo de 2017

Viaje a Poza de la Sal, Castil de Lences y Briviesca

 A las 8 de la mañana,partimos para hacer una visita cultural muy interesante.

Una vez que llegamos al destino,Poza de la Sal, nos vamos a la oficina de turismo, para que la guía nos muestre y explique todo lo relacionado con la villa.
Nuestra visita guiada, primero por el pueblo, y luego en el centro de interpretación de la sal fue muy instructiva para conocer la historia de las salinas que dan nombre al pueblo
Este pueblo alcanza su fama fundamentalmente por dos motivos. En primer lugar, fue el lugar donde nació de Félix Rodríguez de la Fuente; y en segundo lugar las salinas. Su activo económico tradicional cuando la sal era esencial para la economía de un país.



El casco antiguo de la villa de Poza de la Sal está rodeado por la muralla medieval que se conserva en su mayor parte, murallas de 5 metros de altura y dos de grueso. Al mismo se accede por tres puertas la del Conjuradero, la del Ayuntamiento y la de las Eras.
La muralla definió durante siglos el espacio urbano de la villa de Poza de la Sal Si en un principio tuvo carácter defensivo, con el paso de los siglos tuvo sólo una función de control de los productos comerciales y también de las epidemias.

Podemos visitar y así lo hicimos junto a la guía, la Casa de Administración de las Reales Salinas que en 2003 se convirtió en el Centro de Interpretación.
La importancia de Poza de la Sal se debe a sus salinas desde la época romana y de ahí la importancia de la fortificación para la defensa de esta Villa. Junto con otras que hay en la provincia de Álava, eran las más importantes del Norte de la península.
La sal era hasta hace pocas décadas un material precioso, usada como conservante alimentario. Se utilizaba como forma de pago ya desde época romana, siendo este el origen del término salario.

La producción de la sal se realizaba conduciendo el agua de los manantiales por una red de acueductos hasta unas plataformas horizontales construidas en madera y piedra (gracias al desnivel del terreno) denominadas granjas y en las que el agua se reparte en parcelas rectangulares o eras. La evaporación del agua deja lista la sal para su recolección en unos depósitos protegidos de la lluvia.



El Diapiro de Poza: De las profundidades del suelo donde se encuentra la sal (junto con arcillas y yesos) forma una masa que asciende hasta la superficie, incluyendo grandes blocas de rocas subvolcánicas (ofitas) atravesando y deformando las capas sedimentarias superiores, en un movimiento de ascenso conocido como diapirismo, y se llama diapiro a la parte que queda en superficie. En los bordes del diapiro los estratos aparecen muy inclinados o verticales

Una vez hecha esta visita, nos dirigimos a la Iglesia de San Cosme y San Damián.


La iglesia parroquial de San Cosme y San Damián constituye la principal joya artística de Poza de la Sal

Está declarada Monumento Histórico-Artístico. Fue construida entre los siglos XIII y XV y posteriormente reformada ampliamente.. Es de estilo gótico y cuenta con tres naves cubiertas con bóvedas de crucería. En su interior destacan los retablos de San Cosme y San Damián, San Andrés, la Virgen del Rosario y las Capillas de Santa Ana y San Antonio de Padua.




CASTIL DE LENCES

Castil de Lences, pertenece al municipio de Poza de la Sal, es un pequeño y remoto pueblo situado en uno de los valles occidentales de La Bureba. Cuenta con una iglesia parroquial del siglo XII, una de las más antiguas del románico burgalés. Pero su verdadera joya artística es el Monasterio de la Asunción, de monjas clarisas.

La madre superiora, muy amablemente nos explicó toda la historia relacionada con su convento y la iglesia.

Fue fundado a finales del siglo XIII por mandato de Doña Sancha de Rojas y Velasco. El 2 de febrero de 1282, Doña Sancha reunió a su familia, al poderoso abad de Oña, a varios sacerdotes, monjas, frailes franciscanos y vecinos de la villa, y ante todos ordenó al escribano que leyera la detallada carta fundacional. El documento fundacional alude varias veces al “Monasterio de Santa Clara” de Castil de Lences, pues al parecer Doña Sancha era devota ferviente de Santa Clara. No obstante, la verdadera patrona del monasterio es Nuestra Señora de la Asunción..
Una muralla de piedra protege todo el conjunto monacal, El monasterio guarda en su interior numerosos y valiosos elementos artísticos. La joya de Castil es el claustro, de planta trapezoidal y construido con piedra toba. Las crujías están cubiertas por bóvedas de crucería, y el refectorio, por cuatro arcos rebajados, que sostienen una techumbre de madera. Sus capiteles son austeros. En las cuatro esquinas del claustro apreciamos las estrellas de los Rojas y las barras de los Velasco. Tradicionalmente el suelo fue de ladrillo rojo, pero una reconstrucción poco acertada le dotó de un suelo de cemento que rompe bastante con la estética del conjunto.


La iglesia conventual está cubierta por varias bóvedas góticas estrelladas.. En la cabecera hay un interesante retablo barroco del siglo XVIII. Un elemento muy valorado en el monasterio es el coro, situado a los pies de la iglesia, cubierto por una bóveda ojival de finales del XIII. Entre sus tesoros artísticos hay que destacar un tríptico hispano flamenco, con escenas de la Pasión. Las monjas clarisas han vivido en el monasterio desde su fundación, renovando cada día los propósitos de su fundadora. Actualmente se dedican a restaurar valiosas telas y bordados.

Acabada esta visita recorrimos este bello pueblo hacia el autobús para ir a comer.

A la tarde, nos dirigimos hacia BRIVIESCA.

BRIVIESCA es la capital de la Comarca de la Bureba, situada en el nordeste de la provincia de Burgos, tierra de cereal.

En 1123 el rey Alfonso VII le concede un fuero para promover su repoblación. El núcleo urbano se situó en origen en el actual cerro de San Juan. El 27 de septiembre de 1305 doña Blanca de Portugal, nieta de Alfonso X el Sabio adquiere éste señorío y decide su traslado a su emplazamiento actual; entonces procedió a llevar a cabo un trazado urbanístico en cuadrícula insólito en las poblaciones medievales; esto le valió el sobrenombre de “La bien trazada”.

La reina regente María Cristina concedió a la villa el título de ciudad en 1894






Iglesia San Martin

Preside uno de los lados de la Plaza Mayor, aunque resulta difícil situar el momento de fundación de esta iglesia pero ya a principios del s. XIV figuraba como una de las tres parroquias de Briviesca.

Su fachada fue labrada en la mitad del siglo XVI y es de estilo plateresco. El templo dispuso de una torre para el cuerpo de campanas, destruida en el siglo XIX en 1867 por la Junta Revolucionaria, fue sustituida por una espadaña.

El Retablo Mayor fue concluido en 1705 por el aparejador Antonio Cortés y el escultor Manuel de Agreda Ilardui. Se trata de una típica mazonería del recargado barroco de finales del XVII y principios del XVIII, que combina talla de madera dorada, esculturas policromadas de bulto redondo, angelotes y relieves en la predela. Preside el conjunto una imagen sedente y con los atributos episcopales de San Martín de Tours, el titular del templo.




En la pared del fondo se emplaza un artístico retablo de estilo hispano flamenco realizado entre 1490 y 1515 y dedicado a la Infancia de Jesús. Cuatro lienzos sobre tabla muestran la Anunciación, la Adoración de los Magos, la Presentación en el Templo y la Circuncisión, mientras que un conjunto escultórico finamente trabajado representa el Nacimiento.

La llamada Capilla de las Viejas, en el lateral izquierdo de la cabecera, fue fundada por D. Pedro Ruiz de Briviesca.

Quisimos ir a Abajas pero no nos dió tiempo y con una visión general de la villa, regresamos a Logroño