domingo, 4 de junio de 2017

MEDINA DE POMAR Y SU ENTORNO




Miércoles 31 Mayo 2017

A las 8 de la mañana salimos hacia la provincia de Burgos, concretamente a Medina de Pomar y su entorno. Después de hacer la parada de rigor, para tomarnos un café, nos dirigimos a Rioseco, para ver un precioso monasterio, que aunque está en ruinas, merece la pena ser visitado, y gracias a la guía, que por cierto era voluntaria, y que entre otras muchas personas, están intentando que se repare el mismo.

Según el relato de la guía, que se veía que lo había estudiado bien, el monasterio de Santa María de Rioseco, se encuentra situado al comienzo del valle de Manzanedo, en una altura que domina al Ebro. Estuvo habitado durante siglos por “monjes blancos” de la Orden del Císter. La comunidad cisterciense estaba perfectamente estratificada, conviviendo los monjes “oradores” o letrados y los legos o “conversos” que se ocupaban del trabajo en las granjas.
En sus mejores momentos Rioseco debió contar aproximadamente con una comunidad de 100 personas, de las que 25 serían monjes y el resto conversos, novicios y criados.
En el recinto monástico estaban las dependencias de los monjes y separadas de estas la hospedería -donde se alojaban los viajeros- y el hospital, donde se cuidaba de los enfermos pobres. Asimismo los monjes se ocupaban de los indigentes que acudían al monasterio en busca de limosna, comida o ropa. Fuera del convento se encontraban las familias que trabajaban en las granjas, ventas, molinos, y batanes. El siglo XIX comenzó mal para el monasterio. Con la guerra de la Independencia los soldados franceses embargaron gran parte de los granos que almacenaban en la Cilla. Los monjes fueron obligados a exclaustrarse desde 1809 hasta junio de 1814, fecha en la que con la vuelta del absolutista Fernando VII a España pudieron regresar a Rioseco. Durante una hora y acompañado por la guía pudimos disfrutar de los distintos estilos arquitectónicos del edifico, de su pasado así como descubrir las diversas estancias que lo componían, la iglesia, el claustro, la cilla, el huerto, la antigua canalización de agua de la que se suministraba el monasterio, los hornos de los monjes, y las ruinas de las antiguas estancias que estos habitaban. La visita finaliza en la sala capitular, del monasterio.

 Una vez transcurrida esta hermosa visita, nos dirigimos a

Valdenoceda
Se sitúa al norte de la provincia de Burgos en plena comarca de las Merindades (Merindad de Valdivieso), La Iglesia de San Pedro de Tejada fue declarada Monumento Histórico y Bien de Interés Cultural y fue restaurado en 1950 y en 1952. El templo de San Pedro de Tejada es uno de los monumentos románicos burgaleses más completos y conservados El templo actual es el heredero de un cenobio nacido nada menos que en el siglo IX (año 850) y que siglos más tarde pasó a depender del Monasterio de Oña, convirtiéndose en priorato.
                                                                                      
Cuando accedemos al prado donde se ubica la iglesia de San Pedro de Tejada, lo primero que vemos es el hastial occidental y su soberbia portada. De especial interés son los relieves que hallamos en las enjutas de esta puerta. En el del lado norte, encontramos a seis apóstoles que se completarán hasta doce en la otra enjuta. Debajo de ellos tenemos un extracto de la Última Cena con Cristo presidiéndola y a su lado, recostado, sobre su pecho, San Juan Evangelista, el discípulo amado. Al otro lado se encuentra Judas tomando el bocado de Cristo y robando el pescado. La portada sur la componen tres arquivoltas, decoradas con taqueado jaqués y bolas. Las correspondientes jambas tienen columnas de capiteles decorados. En el interior, destacan los modillones que sostienen los nervios de la cúpula y que representan el Tetramorfo. La espadaña que se levanta por encima del tejado es de construcción posterior. En fin una gran ermita.

Vamos a comer a Medina de Pomar, y a continuación, nos dirigimos a

ALMENDRES

La iglesia de San Millán, en el reducidísimo pueblo de Almendres, perteneciente a la también reducida Merindad de Cuesta Urrialo tiene una enigmática portada. Compuesta fundamentalmente por tres arquivoltas, destaca el gran simbolismo de sus figuras.

La segunda arquivolta está dedicada a personajes humanos o humanizados: un encadenado, dos figuras que podrían ser San Pedro y San Pablo, tres mujeres estilizadas... Finalmente la tercera arquivolta está dominada por animales mitológicos, especialmente grifos, aunque también encontramos un ángel alado. La portada puede fecharse en la segunda mitad del siglo XII. Es una pena que esté tan abandonada.




LA CERCA

La localidad de La Cerca, en la Merindad de Losa (Burgos), en la actualidad es una pedanía que, según el censo de 2010, cuenta con 17 habitantes. Se encuentra a 7,8 km de Medina de Pomar. En el pequeño pueblo de La Cerca, vemos el templo románico de Nuestra Señora de la Asunción. La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción se alza solitaria a las afueras de la población en la parte oriental del casco urbano. Su construcción se remonta a la segunda mitad del SXII y a través de los tiempos ha sufrido numerosas modificaciones y anexiones de nuevas dependencias. Con el paso de los siglos se proyectó su engrandecimiento, acabando con buena parte del templo original, del cual sólo queda el ábside. En todo caso el elemento más llamativo es un friso rústico y policromado que se encuentra en el cascarón del ábside y que representa un tetramorfos (aparece en muchos catálogos de románico burgalés).



 En el arranque de la bóveda de horno, hay incrustado un relieve policromado con un Pantocrátor, rodeado del Tetramorfos. En el centro Cristo, enmarcado en una mandorla formada por nubes, viste ornamentos sacerdotales y porta corona real. Bendice con su mano derecha y porta un libro en su mano izquierda. A su derecha el águila y el toro y a su izquierda el ángel y el león. Este relieve puede ser el que decoraba el tímpano de la portada del templo y reutilizado cuando desapareció. Los capiteles están decorados con símbolos vegetales y seres fantásticos. Pero la vista se nos va hacia las grietas que aparecen a los lados de este relieve y que nos hacen pensar que puede caer al suelo en cualquier momento.
A los pies, a la derecha de la puerta de entrada hallamos una sencilla pila bautismal románica. Una bella iglesia, que pudimos admirar tanto en el interior, como por el exterior.

Terminada la visita, nos dirigimos al autobús, para encaminarnos ya hacia Logroño.