Miércoles 15/2017
A las 9 de la mañana, ya preparados en la sala Amós Salvador para ver la exposición (Una rosa amarilla)
que recoge reflexiones de seis mujeres, que componen nuevos relatos sobre los que reescribir su propia realidad y en él se mueven las seis artistas (Rosa Castellot, Natividad Bermejo, Teresa Rodríguez, Antonia Santolaya, Blanca Navas y Marta Beceiro). Sus trabajos no son una descripción de lo real, a pesar de su formal realismo, sino un mundo en sí mismos y el propio de cada una de ellas.
que recoge reflexiones de seis mujeres, que componen nuevos relatos sobre los que reescribir su propia realidad y en él se mueven las seis artistas (Rosa Castellot, Natividad Bermejo, Teresa Rodríguez, Antonia Santolaya, Blanca Navas y Marta Beceiro). Sus trabajos no son una descripción de lo real, a pesar de su formal realismo, sino un mundo en sí mismos y el propio de cada una de ellas.
Después de
la visita y antes de salir para VAREA,
vamos al Ayuntamiento de Logroño, para ver el mosaico romano que allí se
guarda. A continuación nos dirigimos a la misma, y lo primero que hacemos es ir
al taller del pintor Luis Ángel Burgos, que acompañado del galerista Enrique Martínez Glera, nos explican toda la
obra del pintor, así como su trayectoria.
Estuvo diez
meses en Nueva York, que le permitieron
al pintor riojano, cumplir un sueño largamente acariciado: vivir en la Gran
Manzana, impregnarse de su aire cosmopolita, recorrer decenas y decenas de
galerías y conocer el trabajo de muchos artistas. Todo ello le ha permitido
ratificarse en su estilo y preparar su primera exposición de la mano del
galerista Enrique Martínez Glera.
«Hace trece
años estuve en Nueva York y, por decirlo de alguna manera, la ciudad me marcó.
Yo me dije: algún día tengo que volver y exponer aquí. Ese era el reto»,
explica el artista nacido en el barrio de Varea.
Y el reto
está a punto de cumplirse, porque el día 28 de septiembre el pintor y el
galerista viajan a Norteamérica. El 1 de octubre se inaugura su exposición en
el Showroom Coolture Spain, ubicado en la calle 39, entre la novena y la décima
avenida de Nueva York. En pleno corazón de Manhattan. Vimos muchas obras suyas
y a continuación vamos hacia la iglesia, que también está el Cristo Protector,
pintado por él mismo.
Una
“pequeña joya” en Varea
La iglesia
parroquial de Varea fue construida en estilo gótico, mediante una única nave de
sillería con cabecera poligonal, a la que se le añadieron diferentes
construcciones adosadas en su lado Sur realizadas en fábricas de ladrillo y
mampostería.
El templo
fue terminado hacia el año 1490, elevado sobre las trazas de una antigua
iglesia románica. En él resalta su retablo renacentista de 1540, realizado por
algún taller cercano al de los Beaugrant. Alberga un descendimiento de Arnao de
Bruselas.
Al terminar, pasamos a ver los yacimientos de Varea, los restos de una calzada, canalizaciones y partes de diversas columnas hablan de la importancia de este asentamiento romano que, al parecer, se consolidó durante el siglo I y II de la era cristiana.
Al terminar, pasamos a ver los yacimientos de Varea, los restos de una calzada, canalizaciones y partes de diversas columnas hablan de la importancia de este asentamiento romano que, al parecer, se consolidó durante el siglo I y II de la era cristiana.
Acto
seguido, vamos dando un paseo, hacia la bodega
ONTAÑÓN
que como siempre nos reciben muy amables, para explicarnos la
historia de su fundación, así como para deleitarnos con un cata de sus mejores
vinos, recorrimos el interior de la misma, que es una maravilla, gracias a la
obra del Artista Riojano Miguel Ángel
Sáinz (1955-2002). Dentro de la bodega te inundarán la luz y las historias que
cuentan sus vidrieras, cuadros y esculturas.
Después de
comer en Fuenmayor, y renovadas las fuerzas, nos dirigimos a Oyón, para ver la
iglesia.
OYÓN
La iglesia
de Santa María de la Asunción se erigió durante el siglo XVIII (1744-1748) en
estilo barroco sobre otra anterior. Del templo original, construido en las
postrimerías del gótico (finales siglo XV o principios del XVI) apenas quedan
restos. La actual iglesia es de sillería. Destaca en el exterior la portada
gótico-renacentista isabelina del XV-XVI, de finos trabajos en arco. Ya en el
interior, es significativo el coro plateresco, probablemente del siglo XVI. .
La torre, barroca, está considerada como la más esbelta y bien trazada de la Rioja Alavesa. Se le conoce como la "Giralda", nombre que toma de la veleta que la corona (figura de hilandera con su rueda y su rueca).
Terminada la
visita a estos sitios, vamos ya hacia Logroño, llegando sobre las 7, habiendo
disfrutado de un bonito día.